martes, 18 de enero de 2011

Una tipica iglesia de Maramures en el centro de la Revolución Bolivariana

Las iglesias de madera de Maramures (region historica actualmente compartida entre Rumania y Ucrania) de las que ya se hablo en otra ocasión en el blog  son los edificios religiosos de este material mas altos del mundo, y forman parte de la Lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.

Curiosamente una de estas iglesias de madera se eleva muy lejos de Rumania, al otro lado del Océano Atlántico, en el corazon de la Revolución Bolivariana: Caracas.

Se trata de la iglesia ortodoxa rumana de San Constantino y Santa Elena, en el municipio de El Hatillo, en la periferica de la capital venezolana.

Se inauguró en noviembre del año 1999, único de su estilo en América del Sur, y fue construido directamente por talladores rumanos especialmente llegados a Venezuela para ese propósito. Los ocho artesanos de Maramures estaban conducidos por el maestro Gavrilă Hotică que construyeron la iglesia al estilo tradicional de la zona en el patio del Museo de los Pueblos de Maramures, en Sighetul Marmaţiei, y despues han viajado hasta Caracas para montar el edificio con las piezas que fueron transportadas por módulos. En Caracas los trabajos fueron dirigidos por el constructor venezolano de origen rumano, Constantin Paul.

La iglesia se caracterizada por su construcción artesanal que constituye una importante muestra de arquitectura religiosa del Siglo XVI (aunque en un principio fueron construidas por las comunidades greco-católicas).

El inmueble está construido en su totalidad con madera de abeto y roble traídas desde Rumania. El ensamblaje de la construcción fue realizado por los artesanos rumanos sin ningún tipo de herrajes y las tejas –alrededor de cuarenta mil-, fueron talladas y colocadas de manera individual.

Presenta una sola nave carente de muebles. La parte central de las estructura tiene un campanario a que se accede por escaleras. Uno de los elementos más notables de este inmueble es una angosta escalera que fue tallada de un sólo tronco.

La iglesia ortodoxa rumana de San Constantino y Santa Elena se levanta sobre un área verde que realza el atractivo del conjunto,  y representa allende los mares un estilo arquitectónico religioso tradicional único en el mundo (propio de Maramures).

Curiosamente, esta muestra de la impresionante cultura histórica propia de los rumanos y de sus diversas influencias se alza muy lejos de su lugar de origen, en pleno centro del proceso revolucionario que trae loco al imperialismo norteamericano por su defensa de la soberania del pueblo venezolano  (y que, por otro lado, y al contrario, tan fácil está teniendo en Rumania su injerencia económica y uniformización cultural).

3 comentarios:

Corvus dijo...

Me gustan mucho este tipo de edificios.
Gracias por compartirlo

gely dijo...

Una verdadera obra de arte, su interior con esas pinturas es asombroso. Lo recomiendo ampliamente, ademas la atencion que brindan al visitante es de primera.

Anónimo dijo...

Hola amigos, estoy tratando de contactar al Arquitecto Constantin Paul, quien superviso la construcción de la Iglesia aquí en Venezuela. Gracias 0426-536.76.86

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