domingo, 20 de mayo de 2012

Mural en homenaje a los trabajadores del Delta del Danubio

Joaquín, un lector y comentarista habitual del blog, nos ha regalado estas fotos del mural que se encuentra en el Centro Cultural de la ciudad de Sfantu Gheoghe, en la costa del Mar Negro en pleno Delta del Danubio.

Como él mismo nos comenta, la región de Tulcea, donde el Danubio vierte sus aguas en el mar, creando un paisaje y un ecosistema único en el mundo, es una zona muy especial de Rumania, donde aparte del cambio de paisaje físico, también es distinto el paisaje humano, tanto por la historia mas vinculada al pasado Imperio Otomano como por el gran porcentaje de población de origen turco, los lipoveni y los ucranianos

La comida, a base de pescado, que no forma parte habitual de la dieta de los rumanos en el resto del pais, es también diferente y muy gustosa, al igual que la arquitectura popular, con el uso de cañas como cubierta de los tejados y las pinturas multicolores de las fachadas.

Es una muestra mas de que Rumanía no deja indiferente a nadie que la visite, pues se trata de un pais, a pesar de las tendencias politicas centralistas, con grandes contrastes, tanto fisicos como humanos, y con una historia llena de influencias y herencias.

En esta ocasion, podemos ver un mural realizado durante la época comunista, aquellos años en los que los heroes del pais eran los propios trabajadores y no los delincuentes que viven a su costa, y que eran honrados y convertidos en el protagonista principal tanto del arte como de la actividad cultural y política.

En este caso, se representa a los trabajadores del mar, que desde tiempos inmemoriales lucharon por su supervivencia en base al pescado y la navegación en esta parte de Rumania, parte del Imperio Otomano hasta finales del siglo XIX, y que tan bien describe el escritor comunista Panait Istrati en sus obras sobre la clase obrera y campesina, como Los Cardos del Baragan o Kira Kiralina.

Cuando se plasmó la vida de los trabajadores de Sfantu Gheorghe en el mural que se ve en las fotografias, estos ya no tenian que luchar dia a dia al limite de la supervivencia, sometidos a la tirania del boyardo o empresario de turno, sino que se habian convertido, aunque aun quedaban muchos logros por conquistar, en los dueños de su propio destino (algo que hoy, dos decadas despues del golpe de estado que reinstauró el capitalismo y los privilegios de la oligarquia, se echa de menos cada vez mas).




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